El manejo diligente de una cerda gestante es determinante para obtener el máximo rendimiento reproductivo en sistemas intensivos de producción porcina. Durante la etapa de gestación, la cerda atraviesa una etapa crítica que de no ser bien gestionada puede tener consecuencias que comprometen la productividad y rentabilidad de la granja. Factores como la nutrición, el ambiente, la sanidad y la preparación para el parto son esenciales para garantizar una alta productividad y minimizar problemas reproductivos. En este artículo te sugiero cinco puntos clave para el manejo eficiente de cerdas gestantes, basados en principios técnicos y prácticas comprobadas.

1.    Alimentación y Nutrición Equilibrada

La alimentación durante la gestación debe estar diseñada para satisfacer las necesidades de mantenimiento de la cerda, el desarrollo de los fetos y la preparación para la lactancia.

Requerimientos energéticos:

Moderar el aporte calórico para evitar obesidad, que puede dificultar el parto y reducir la productividad. Durante la gestación, las cerdas deben mantenerse en un estado corporal entre 3 y 4 (escala 1-5).

Aporte de proteínas y aminoácidos:

Es esencial garantizar niveles óptimos de lisina y metionina para el desarrollo fetal.

Minerales y vitaminas:

Calcio, fósforo, selenio, vitamina E y ácido fólico son cruciales para el desarrollo óseo fetal y la prevención de defectos congénitos.

2.    Condición Corporal

El control del peso corporal y la condición de las cerdas gestantes es esencial para garantizar partos exitosos y camadas saludables.

Control del peso:

Ganancia de peso durante la gestación debe oscilar entre 30 y 40 kg. Un exceso puede resultar en partos complicados.

Evaluación regular:

Utilizar escalas de puntuación de condición corporal (PCC) para ajustar la dieta según las necesidades específicas.

3.    Ambiente y bienestar

Un entorno adecuado es crucial para minimizar el estrés y optimizar la salud de la cerda y los fetos.

Temperatura ambiental:

Las cerdas gestantes se desempeñan mejor en temperaturas entre 20-25°C. El estrés por calor puede reducir el tamaño de la camada.

Espacio y movilidad:

Proveer un espacio mínimo de 2.0 m² por cerda en sistemas grupales para reducir agresiones y promover comportamientos naturales. En espacion individuales considerar el tamaño de las cerdas hasta parto 5, ya que actualmente las cerdas desarrollan una cuerpo más grande y robusto al llegar a ser adultas

Camas y pisos adecuadas:

Evitar pisos resbalosos o ásperos que puedan provocar lesiones.

Gestión Sanitaria

La prevención de enfermedades en cerdas gestantes es clave para evitar abortos, partos prematuros y bajas en la camada. Implementar programas preventivos específicos contra PRRS, parvovirus, leptospirosis y erisipela, Mycoplasma, Circovirus entre los principales es escencial.

4.  Gestión Sanitaria

La prevención de enfermedades en cerdas gestantes es clave para evitar abortos, partos prematuros y bajas en la camada.

Vacunación y desparasitación:

Implementar programas preventivos específicos contra PRRS, parvovirus, leptospirosis y erisipela, Mycoplasma, Circovirus entre los principales

Control de infecciones:

Mantener prácticas de bioseguridad estrictas, incluyendo el control de visitantes y la limpieza regular.

Chequeos regulares:

Monitoreo periódico de signos de infecciones uterinas o sistémicas.

5. Monitoreo reproductivo y preparación para el parto

El monitoreo continuo de la cerda gestante asegura un desarrollo adecuado de la camada y reduce complicaciones durante el parto.

Ultrasonografía:

Realizar ecografías para confirmar la preñez y monitorear el desarrollo fetal.

Preparación para el parto:

Mover la cerda a la sala de maternidad aproximadamente 5-6 días antes del parto. Proveer un ambiente tranquilo y limpio.

Supervisión durante el parto:

Monitoreo cercano para asistir en caso de distocias.

Conclusión

El éxito en la gestión de una cerda gestante depende de un enfoque integral que abarque alimentación adecuada, control del peso, bienestar ambiental, sanidad y monitoreo reproductivo. Implementar estas prácticas de manera sistemática asegura camadas grandes y saludables, optimizando la eficiencia de la reproducción porcina.

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Referencias

  • Close, W. H., & Cole, D. J. A. (2000). Nutrition of Sows and Boars. Nottingham University Press.
  • Zimmerman, J. J., et al. (2019). Diseases of Swine. Wiley-Blackwell.