Adaptado de la publicación de Edwin Alexander Hurtado
Especialista avicultura en Italcol Nutrición Animal
La bioseguridad en granjas porcinas es fundamental para prevenir la introducción y propagación de enfermedades infecciosas que pueden impactar negativamente en la salud animal, la productividad y la rentabilidad. Una de las medidas esenciales en un protocolo de bioseguridad es el baño o ducha obligatoria antes de ingresar a las instalaciones. Este procedimiento simple pero eficaz elimina contaminantes externos y reduce el riesgo de transmisión de patógenos por parte de personas que acceden a la granja.
¿Por qué es crucial bañarnos antes de entrar a la granja?
En la producción intensiva de cerdos, la prevención de enfermedades empieza antes de pisar la granja. Una medida tan básica como bañarse al entrar puede marcar la diferencia entre un lote sano y una pérdida devastadora. Sin embargo, esta práctica, aunque vital, a menudo no se lleva a cabo como debería.
Las granjas son entornos controlados donde cualquier patógeno externo puede causar estragos. Desde virus y bacterias hasta partículas de polvo contaminadas, todo lo que traemos en la piel, ropa o cabello puede ser un riesgo para los cerdos. Un simple baño elimina estas amenazas y refuerza la bioseguridad.
Pero, ¿por qué no lo hacen siempre?
A pesar de ser una regla clave, muchas personas la omiten por razones como:
- Falta de conciencia: No siempre comprenden el impacto de sus acciones en la salud de los cerdos y de la granja en general.
- Comodidad: Algunos consideran el baño un trámite innecesario, especialmente cuando el ingreso es rápido o habitual.
- Presión del tiempo: Cuando hay tareas urgentes, como alimentar a los cerdos o arreglar equipos, la ducha puede ser vista como una pérdida de tiempo.
- Cultura organizacional débil: En algunos casos, la bioseguridad no es prioridad para la empresa, y esto se refleja en los hábitos del personal.
¿Cómo concientizar y garantizar que lo hagan?
- Capacitación constante: Realiza talleres y sesiones donde se explique el impacto directo de las medidas de bioseguridad, incluyendo ejemplos prácticos. Por ejemplo, comparte casos en los que un descuido llevó a brotes de enfermedades graves.
- Historias cotidianas: Relata situaciones reales, como un operario que olvidó ducharse y terminó llevando un patógeno que afectó al 30% del lote. Este enfoque práctico conecta mejor con el personal.
- Controles físicos: Instala sistemas que faciliten el cumplimiento, como duchas obligatorias con accesos controlados y áreas separadas para vestimenta limpia y sucia.
- Supervisión activa: Implementa verificaciones diarias mediante cámaras en áreas clave, listas de chequeo o supervisores que aseguren que todos sigan el protocolo.
- Cultura de equipo: Haz de la bioseguridad una responsabilidad compartida. Refuerza la idea de que cada acción cuenta para proteger la salud de los cerdos, su trabajo y la estabilidad económica de todos.
Ejemplo práctico:
Imagina un operador que maneja las tolvas de alimento y no se baña antes de entrar. Trae polvo en la ropa contaminada de otro sitio. Dos días después, los cerdos muestran signos de enfermedad respiratoria. Una simple ducha podría haber evitado pérdidas económicas importantes.
Riesgos Asociados a la Entrada de Personas Sin Medidas de Bioseguridad
Las personas que ingresan a una granja porcina, como trabajadores, técnicos o visitantes, pueden actuar como vectores pasivos de patógenos. Entre los principales riesgos están:
- Transporte de microorganismos patógenos: Virus, bacterias, hongos y parásitos adheridos a la piel, cabello o ropa.
- Exposición a enfermedades específicas: Como el virus del PRRS (Síndrome Reproductivo y Respiratorio Porcino), Influenza Porcina, PED (Diarrea Epidémica Porcina) y otros.
- Contaminación cruzada: Introducción de microorganismos de otras granjas o áreas contaminadas.
- Pérdida de control en la bioseguridad interna: Incremento en el riesgo de brotes que pueden impactar toda la producción.
Beneficios del Ducharse Antes de Ingresar a la Granja
La ducha previa al ingreso elimina potenciales contaminantes y asegura un nivel básico de higiene. Sus beneficios incluyen:
- Eliminación de patógenos externos
Elimina microorganismos adheridos al cuerpo y cabello, minimizando el riesgo de transmisión de enfermedades a los animales.
- Reducción del riesgo de brotes
Disminuye la probabilidad de introducir patógenos que puedan desencadenar brotes epidémicos en la granja.
- Protección de la inversión productiva
Un brote de enfermedad puede causar pérdidas económicas significativas debido a mortalidad, reducción en la eficiencia productiva y costos veterinarios.
- Fomento de la disciplina en bioseguridad
Establece un estándar de higiene y refuerza la cultura de bioseguridad entre los trabajadores y visitantes.
- Mejora en la percepción de seguridad
Proyecta un compromiso profesional hacia la protección sanitaria de los animales, lo que puede ser un factor clave para los socios comerciales y reguladores.
Protocolo Recomendado para el Uso de Duchas en Granjas Porcinas
Para maximizar la efectividad de la ducha como medida de bioseguridad, se recomienda implementar un protocolo adecuado:
- Acceso restringido:
Todas las personas, sin excepciones, deben ducharse antes de ingresar a la granja.
- Instalaciones de duchas:
Áreas designadas con acceso controlado, separadas en zonas “limpia” y “sucia”.
Provisión de agua caliente y jabón desinfectante adecuado.
- Cambio de ropa:
Proveer ropa y calzado exclusivos de la granja, evitando el ingreso de ropa externa.
- Monitoreo y registro:
Llevar un control del personal que cumple con el protocolo para asegurar su cumplimiento.
- Capacitación:
Educar a los trabajadores sobre la importancia de la medida y sus implicaciones para la salud animal y la bioseguridad.
Impacto Económico y Sanitario
La implementación de duchas obligatorias tiene un impacto positivo en la salud animal y la rentabilidad de la granja:
- Reducción de enfermedades: Menor incidencia de brotes infecciosos mejora la productividad y reduce los costos asociados a tratamientos veterinarios.
- Mejor desempeño productivo: Animales más saludables presentan mejores índices de conversión alimenticia y tasas de crecimiento.
- Cumplimiento normativo: En algunos países, el cumplimiento de protocolos estrictos de bioseguridad es un requisito legal o comercial.
Un brote grave como PRRS o PED puede generar pérdidas económicas de hasta un 30%-50% en una granja afectada, lo que subraya la importancia de medidas preventivas.
Conclusión
La bioseguridad no es negociable, y comienza con nosotros mismos. Si logramos que cada persona en la granja comprenda que su papel es fundamental, estaremos construyendo un entorno más seguro y productivo para todos.
Ducharse antes de ingresar a una granja porcina es una medida de bioseguridad esencial para proteger la salud de los animales, evitar brotes de enfermedades y garantizar la sostenibilidad económica de la producción porcina. Aunque puede parecer un paso sencillo, su implementación disciplinada contribuye significativamente a la reducción del riesgo sanitario y a la protección de la inversión productiva. La promoción de una cultura de bioseguridad entre los trabajadores y visitantes es clave para el éxito de esta medida.